sábado, 2 de octubre de 2010

Pequeña historia de un fallido proyecto emprendedor

Como aquí se habla de todo, el tema de hoy será del fantástico y libre mundo de la administración. Esto lo hago ya que recientemente me he visto involucrado en un fallido intento de negocio propio.

Mi proyecto era ofrecer a esta despersonalizada y poco introspectiva sociedad un lugar para meditar y reflexionar de manera personal. Había yo notado como la gente no se daba el tiempo para apartarse de este ritmo de vida tan pesado para hacer un discenimiento sobre su vida en general.

Convencido yo de que este era un proyecto (aunque más que proyecto, apostolado) que iba a requerir ciertas características de diseño especiales, busqué que el lugar estuviera alejado del desorden y del ruido que emana la ciudad. Finalmente encontré un lugar escondido (obvio lo tuve que bardear fuertemente para evitar que algún intruso echara a perder el ambiente de serenidad que quería propiciar (hasta puse torres de vigilancia)) que cumplía con las características que yo buscaba.

 Por dentro esto era una hermosa pradera, un campo inglés podría decirse (un campo dedicado a la reflexión y al análisis introspectivo de tu vida). Finalmente, dadas las características anteriormente descritas, acabé llamando al lugar "Campo de Concentración".

Nunca nadie fue a pedir informes. Finalmente después de múltiples amenazas contra mi persona (me dolió más el ver que la gente no estaba lista para este magno proyecto) decidí cerrar el complejo.

Espero les sirva de ejemplo y aprendan.

Saludos!

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